La justicia de República Dominicana no permitirá que el narcotráfico internacional se apodere del país, aludiendo a los puertorriqueños que en los últimos años han realizado millonarias operaciones con drogas en territorio nacional, afirmó hoy el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Mosco Segarra.
En cuanto al apresado narcotraficante boricua Miguel Rivera Díaz (“El Bolo”), Segarra declaró a Inter News Service (INS) que “nada tengo que hablar de ese señor…porque no es de nuestra jurisdicción”.
Pero, advirtió que la sociedad dominicana, por medio de sus autoridades judiciales, militares y judiciales, “no se va a dejar contaminar por el tráfico de drogas nacrcóticas”.
Mientras, el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, dijo que las autoridades judiciales cumplieron con su “deber” al extraditar al supuesto capo boricua internacional.
“Tan pronto ese individuo fue apresado por agentes policiales y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, pues se procedió a deportarlo y entregarlo a las autoridades judiciales de Puerto Rico”, acotó el funcionario de la justicia dominicana.
La Policía Nacional reiteró este martes que en este momento se procede, en conjunto con la Unidad de Lavado de Activos de la Procuraduría General de la República, a identificar los “grandes negocios” que mantenía en República Dominicana el puertorriqueño.
No obstante, el vocero de la Policía, Máximo Báez Aybar, no quiso entrar en mayores detaalles al respecto.
“Es sencillo: vamos a realizar las investigaciones de lugar para determinar cuáles son los negocios que tiene en nuestro país ese boricua narcotraficante y que ya está bajo control de la jusiticia de su país. Cuando tegamos todo claro, entonces daremos a conocer a la prensa todo los detalles”, argumentó.
“El Bolo”, según informes de la justicia dominicana, permaneció más de diez años residiendo en terriotorio nacional, el mismo período que su compatriota José David Figuroa Agosto (“Junior Cápsula”), quien fue apresado en junio del pasado año en Puerto Rico y se encuentra preso en una cárcel de Nueva York.
Rivera Díaz, durante su larga estancia en República Dominicana, evadió la persecución policial haciéndose pasar por una persona común y corriente. Para ello residía en barrios marginales de Santo Domingo y del interior, y lo hacía sin dar muestra de ostentación económica.
En cuanto al apresado narcotraficante boricua Miguel Rivera Díaz (“El Bolo”), Segarra declaró a Inter News Service (INS) que “nada tengo que hablar de ese señor…porque no es de nuestra jurisdicción”.
Pero, advirtió que la sociedad dominicana, por medio de sus autoridades judiciales, militares y judiciales, “no se va a dejar contaminar por el tráfico de drogas nacrcóticas”.
Mientras, el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, dijo que las autoridades judiciales cumplieron con su “deber” al extraditar al supuesto capo boricua internacional.
“Tan pronto ese individuo fue apresado por agentes policiales y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, pues se procedió a deportarlo y entregarlo a las autoridades judiciales de Puerto Rico”, acotó el funcionario de la justicia dominicana.
La Policía Nacional reiteró este martes que en este momento se procede, en conjunto con la Unidad de Lavado de Activos de la Procuraduría General de la República, a identificar los “grandes negocios” que mantenía en República Dominicana el puertorriqueño.
No obstante, el vocero de la Policía, Máximo Báez Aybar, no quiso entrar en mayores detaalles al respecto.
“Es sencillo: vamos a realizar las investigaciones de lugar para determinar cuáles son los negocios que tiene en nuestro país ese boricua narcotraficante y que ya está bajo control de la jusiticia de su país. Cuando tegamos todo claro, entonces daremos a conocer a la prensa todo los detalles”, argumentó.
“El Bolo”, según informes de la justicia dominicana, permaneció más de diez años residiendo en terriotorio nacional, el mismo período que su compatriota José David Figuroa Agosto (“Junior Cápsula”), quien fue apresado en junio del pasado año en Puerto Rico y se encuentra preso en una cárcel de Nueva York.
Rivera Díaz, durante su larga estancia en República Dominicana, evadió la persecución policial haciéndose pasar por una persona común y corriente. Para ello residía en barrios marginales de Santo Domingo y del interior, y lo hacía sin dar muestra de ostentación económica.
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