SANTO DOMINGO, Rep. Dominicana.- En una operación conjunta entre la Policía y la Unidad de Lavado de Activos de la Procuraduría General de la República las autoridades dominicanas iniciaron este martes el decomiso de propiedades millonarias que posee en el país el narco puertorriqueño Miguel A. Rivera Díaz (Bolo) y de inmediato se anunció la incautación de tres fincas ganaderas ubicadas en la región Este, mientras se rastraen posibles cuentas bancarias millonarias en pesos, dólares y euros propiedad del narco boricua.
El coordinador de la Unidad Antilavado de la Procuraduría General de la República Germán Daniel Miranda Villalona dijo que los trabajos los coordina con el director de Persecución, Frank Soto, y la Policía Nacional. “Vamos a buscar todos los bienes que pudo tener en los años que estuvo aquí”, explicó. Entiende que se debe cambiar la política criminal del Estado para convertirla en más pro-activa y determinar en un observatorio de inteligencia quién entra y cómo se maneja, a los fines de evitar que grandes capos utilicen el país para lavar dinero ilícito. En Puerto Rico y aquí se estima que las inversiones de “ Bolo” sobrepasan los US$ 500.00 millones de dólares.
El vocero de la Policía, coronel Máximo Báez Aybar, dijo que Rivera Díaz estaba casado con una dominicana y tiene dos hijos en la República Dominicana.Mientras los investigadores tratan de establecer si el capo boricua tenía socios en el país para realizar sus operaciones de narcotráfico, así como si gozaba de alguna protección por parte de la propia Policía o de los cuerpos castrenses.”Establecer los vínculos en el país de Miguel Rivera Díaz es la tarea de las autoridades luego de su captura”, dijo el portavoz de la Policía.
Rivera, conocido como El Bolo, es señalado por las autoridades como un narcotraficante y sicario puertorriqueño. Bolo fue capturado en Herrera de Santo Domingo Oeste, luego de más de tres meses de seguimiento por agentes de la Dirección Antinarcóticos en coordinación con varias agencias estadounidenses como la DEA y Marshalls en la Operación Mangosta Borinquen I.
Ahora la Policía Nacional y la Unidad Antilavado de Activos de la Procuraduría General trabajan en la ubicación de propiedades del presunto narco boricua que estaba refugiado en el país.Rivera Díaz logró registrarse en la Junta Central Electoral con el nombre de Gregorio Matos Reyes, con esa misma designación también obtuvo su licencia de conducir.
La policía, quien ha sindicado a Rivera como el sucesor del convicto José David Figueroa Agosto, coordina diversos allanamientos relacionados con el caso y analiza documentos que fueron incautados al detenido que por varios años evadió la persecución que tenían en su natal Puerto Rico. “En las próximas horas ofreceremos otros detalles importantes en torno al capo puertorriqueño capturado aquí”, dijo el coronel Báez Aybar.
A finales del 2002 y en el 2005, “Bolo” fue acusado a nivel federal de narcotráfico en el residencial Ponce de León, del municipio de Ponce, pero nunca fue detenido.“Había estado delinquiendo desde 1999”, dijo el vocero de los alguaciles de Puerto Rico.Hace apenas seis meses volvió a cobrar notoriedad en la isla, tras la ejecución de su hermano Ángel Rivera Díaz, mejor conocido como Angelito. Fue asesinado el 25 de julio víctima de una emboscada en la llamada “octava masacre del año”.
Los hechos ocurrieron en Guaynabo, de donde son oriundos los Rivera Díaz, aunque los delitos de narcotráfico los cometió en el sur de Puerto Rico. Bolo cumplirá 34 años el próximo 15 de diciembre, es natural del barrio Guaraguao.
Las autoridades siempre creyeron que Bolo estaba Ponce y que subía a veces hasta Guaynabo, y que pasaba temporadas largas en Santo Domingo, y que viajaba a peleas de boxeo a Las Vegas y Nueva York. Es sospechoso de los asesinatos de Luis Martínez Echevarría, ocurrido el 18 de agosto de 1998, en Ponce. También se le imputa el asesinato de Héctor L. Pacheco Arroyo, perpetrado el 22 de enero de 2000, también en Ponce.En Puerto Rico lo definieron como un hombre peligroso que portaba armas en todo momento, acompañado de otras personas fuertemente armadas.
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