Un sargento de infantería de marina cuyo escuadrón mató a 24 civiles iraquíes inermes evitó la cárcel el martes pese a participar en uno de los capítulos más oscuros de la guerra de Irak, al recibir indulgencia mediante un acuerdo judicial que conlleva el único castigo de degradarlo.
El juez militar, teniente coronel David Jones, afirmó que fue hasta que recomendó tres meses de prisión para el sargento Frank Wuterich cuando se enteró que estaba atado de manos por ese convenio que impedía cualquier tiempo en prisión.
Wuterich, de 31 años, se declaró culpable el lunes por descuido negligente del deber como parte del acuerdo con los fiscales. El cargo, que es menor, tiene una sentencia máxima de 90 días en la cárcel.
Pero debido a la manera en que funciona el sistema militar, las condiciones del acuerdo con los fiscales no fueron comunicadas al juez sino hasta que hizo su recomendación de sentencia en la corte el martes.
En el proceso ante un tribunal en el Campamento Pendleton en California, el juez también dijo que recomendaría que el rango de Wuterich fue reducido a soldado raso, pero que había decidido no descontarle dinero de su paga porque era padre, estaba divorciado y tenía la custodia de sus tres hijas jóvenes.
La recomendación será enviada ahora al jefe del Comando Central de Fuerzas del Cuerpo de la Infantería de Marina para su posible aprobación.
Poco antes, durante la audiencia sobre la sentencia, los fiscales le pidieron a Jones que le diera a Wuterich la condena máxima de tres meses en confinamiento, la reducción de rango y el descuento de dos tercios de su salario por su participación en el ataque en 2005 a casas en la localidad de Haditha, unos 260 kilómetros al oeste de Bagdad.
Afirmaron que la imprudente reacción de enviar al escuadrón a atacar casas sin identificar ninguna amenaza era contraria a su entrenamiento y provocó la muerte de 10 mujeres y niños.
"Ese es un resultado horrible de esa orden indolente de disparar primero y averiguar después", manifestó el teniente coronel Sean Sullivan en la corte.
El ataque a las casas fue ordenado después de que una bomba mató a un infante de marina en un camino.
Wuterich ha reconocido que le ordenó a sus hombres "disparar primero, averiguar después" cuando la bomba mató al infante de marina, pero el martes dijo que no le disparó a ninguna de las 10 mujeres y niños muertos en el asalto. Los fiscales implicaron a Wuterich en 19 de las 24 muertes
"La verdad es que nunca disparé ninguna arma contra ninguna mujer ni niño ese día", dijo el acusado en una declaración durante la audiencia de sentencia.
El sargento Wuterich justificó el asalto como un acto necesario "para mantener vivos al resto de mis infantes de marina".
"Cuando mis infantes de marina y yo despejamos esas casas ese día, respondí a lo que sentí como una amenaza y mi intención era eliminar esa amenaza para mantener vivos al resto de mis infantes de marina", agregó. "Por eso cuando dije a mi equipo que disparasen primero y averiguasen después, la intención no era que dispararan contra civiles sino que no vacilaran frente al enemigo".
Los fiscales militares trabajaron durante más de seis años para llevar a Wuterich a juicio por cargos de homicidio que podrían haberle significado una prisión perpetua.
El resultado fue inesperado para el último acusado en el caso que alguna vez se comparó con la matanza de My Lai en Vietnam. Los otros siete infantes de marina acusados inicialmente fueron exonerados o les levantaron los casos.
En Haditha, varios habitantes expresaron indignación de que ninguno de los implicados haya sido encontrado culpable de homicidio. Uno de los sobrevivientes, Awis Fahmi Hussein, mostró la cicatriz de una bala en la espalda.
"Yo esperaba que la justicia estadounidense sentenciara a esta persona a prisión perpetua y que apareciera y confesara frente a todo el mundo que había cometido este crimen, para que Estados Unidos pudiera demostrarse como democrático y justo", comentó Hussein a The Associated Press.
El ataque de Haditha está considerado entre los momentos decisivos de la guerra, manchando todavía más la reputación de Estados Unidos cuando estaba por el piso tras la difusión de fotos del abuso de prisioneros por parte de soldados estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib.
El juez militar, teniente coronel David Jones, afirmó que fue hasta que recomendó tres meses de prisión para el sargento Frank Wuterich cuando se enteró que estaba atado de manos por ese convenio que impedía cualquier tiempo en prisión.
Wuterich, de 31 años, se declaró culpable el lunes por descuido negligente del deber como parte del acuerdo con los fiscales. El cargo, que es menor, tiene una sentencia máxima de 90 días en la cárcel.
Pero debido a la manera en que funciona el sistema militar, las condiciones del acuerdo con los fiscales no fueron comunicadas al juez sino hasta que hizo su recomendación de sentencia en la corte el martes.
En el proceso ante un tribunal en el Campamento Pendleton en California, el juez también dijo que recomendaría que el rango de Wuterich fue reducido a soldado raso, pero que había decidido no descontarle dinero de su paga porque era padre, estaba divorciado y tenía la custodia de sus tres hijas jóvenes.
La recomendación será enviada ahora al jefe del Comando Central de Fuerzas del Cuerpo de la Infantería de Marina para su posible aprobación.
Poco antes, durante la audiencia sobre la sentencia, los fiscales le pidieron a Jones que le diera a Wuterich la condena máxima de tres meses en confinamiento, la reducción de rango y el descuento de dos tercios de su salario por su participación en el ataque en 2005 a casas en la localidad de Haditha, unos 260 kilómetros al oeste de Bagdad.
Afirmaron que la imprudente reacción de enviar al escuadrón a atacar casas sin identificar ninguna amenaza era contraria a su entrenamiento y provocó la muerte de 10 mujeres y niños.
"Ese es un resultado horrible de esa orden indolente de disparar primero y averiguar después", manifestó el teniente coronel Sean Sullivan en la corte.
El ataque a las casas fue ordenado después de que una bomba mató a un infante de marina en un camino.
Wuterich ha reconocido que le ordenó a sus hombres "disparar primero, averiguar después" cuando la bomba mató al infante de marina, pero el martes dijo que no le disparó a ninguna de las 10 mujeres y niños muertos en el asalto. Los fiscales implicaron a Wuterich en 19 de las 24 muertes
"La verdad es que nunca disparé ninguna arma contra ninguna mujer ni niño ese día", dijo el acusado en una declaración durante la audiencia de sentencia.
El sargento Wuterich justificó el asalto como un acto necesario "para mantener vivos al resto de mis infantes de marina".
"Cuando mis infantes de marina y yo despejamos esas casas ese día, respondí a lo que sentí como una amenaza y mi intención era eliminar esa amenaza para mantener vivos al resto de mis infantes de marina", agregó. "Por eso cuando dije a mi equipo que disparasen primero y averiguasen después, la intención no era que dispararan contra civiles sino que no vacilaran frente al enemigo".
Los fiscales militares trabajaron durante más de seis años para llevar a Wuterich a juicio por cargos de homicidio que podrían haberle significado una prisión perpetua.
El resultado fue inesperado para el último acusado en el caso que alguna vez se comparó con la matanza de My Lai en Vietnam. Los otros siete infantes de marina acusados inicialmente fueron exonerados o les levantaron los casos.
En Haditha, varios habitantes expresaron indignación de que ninguno de los implicados haya sido encontrado culpable de homicidio. Uno de los sobrevivientes, Awis Fahmi Hussein, mostró la cicatriz de una bala en la espalda.
El ataque de Haditha está considerado entre los momentos decisivos de la guerra, manchando todavía más la reputación de Estados Unidos cuando estaba por el piso tras la difusión de fotos del abuso de prisioneros por parte de soldados estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib.
eso no es justo
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