contra su voluntad a México en diciembre de 2010 después de haberse quedado cuadrapléjico por un accidente laboral, falleció víctima de un ataque cardíaco en el Hospital General de Juchitan de Zaragoza en Oaxaca, México.
Según un comunicado de la Iglesia Episcopal de Nuestra Sra. de Las Américas, la tía de Ojeda Jiménez, María Salome informó que el joven falleció a las 2:00 de la madrugada del pasado 1 de enero. "Ojeda Jiménez ya había sufrido 3 paros respiratorios desde que fuera trasladado al hospital donde murió", dice el comunicado.
Un accidente que le cambio la vida
Ojeda Jiménez se accidentó en agosto de 2010 mientras trabajaba en la remodelación de una casa para la compañía Imperial Roofing Group empresa constructora con sede en la ciudad de Atlanta y quedó paralizado al caer de una escalera y fracturarse el cuello.
Fue trasladado a la sala de emergencia del Hospital Advocate Christ Medical Center de Oak Lawn, un barrio cercano a Chicago, donde quedó internado. Al no poder pagar los gastos de atención médica, el hospital comenzó a gestionar el traslado a México sin consentimiento suyo o de sus familiares y sin avisar al consulado.
Quelino fue enviado a México a través de la compañía AeroCare Air Ambulance Service Inc. e internado en el hospital María Lombardo ubicado en Tuxtepec, una pequeña ciudad en el estado mexicano de Oaxaca. El caso de Quelino Ojeda Jiménez pone al descubierto una práctica aparentemente muy difundida en muchos hospitales estadounidenses que están repatriando por decisión propia a inmigrantes gravemente lesionados o enfermos porque no encuentran centros de cuidado que los acepten sin estar asegurados.
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